jueves, 28 de enero de 2010
Pornografía poética o el deseo de una niña caprichosa
quiébrame el pecho,
tómame a la fuerza
penétrame, te lo ruego.
Que mis manos traduzcan
lo que pretendo en este verso
hacer con tu boca
sobre uno de mis pechos.
Que tu lengua reproduzca
mis más oscuros deseos,
que se pierdan en mis manos
que se enciendan en mi pelo.
Que tu hombría me desgarre
de los pies a la cabeza
y que tus ojos acompañen
el vaivén contra la mesa.
Que al momento de seducirme
arremetas por completo
contra la pared de la cocina
acabemos deshechos.
Y que pierda por completo
el control de mis deseos,
que jadee, que grite,
y te haga lo que no debo.
Que me pierda en las sábanas
que me liberes de esto,
que me muerdas los labios
que me lamas el cuello.
Y que yo, con gusto,
te rasguñe el cuerpo entero
y te deslices dentro mío
que te pierdas por completo.
Que tu sudor hidrate
mis piernas que te sujetan
y en el balcón, de un tirón,
me dejes perpleja.
Eso es lo que quiero,
cada vez que te miro,
quiero que me dejes extasiada,
que me dejes sin respiro.
Y es que te quiero como te quiero
porque no puedo tenerte,
ni en mi alma, ni en mi lecho
Pues eres tú quien no quiere.
martes, 26 de enero de 2010
Ilogismo XV
Soy la tormenta maldita, la época de sequias, la inundación…
Soy el silencio molesto, el cruel cementerio y la falta de amor…
Soy la fusión pluscuamperfecta entre la cosa más absurda y el hazme reír...
Soy la maldita inconciencia que nunca antes piensa lo que va a decir...
Soy el deseo insensato, el maricón enjaulado, la sucia verdad…
Soy la jodida piedra en el zapato, la puta más fea, la cruel realidad...
Por eso muy triste hoy te digo...
Soy ese feo par de calcetines,
Que tú nunca esperas para Navidad
domingo, 24 de enero de 2010
Partido Feminista: “Un Lifting al País”
Jacinta Radichette: (voz de mujer segura y decidida) A vos mujer, a vos que ocupaste el lugar de un trapo de piso en la historia. Que sólo fuiste usada para procrear, amamantar, cocinar y otorgarle sexo y placer desenfrenado a quien dice llamarse “marido”. A vos te digo: ¡YA NO!
Nosotras vamos a cambiar la historia de ahora en más, ya no seremos un simple trapo de piso, seremos un paño que lustrará los estándares viejos de la sociedad, seremos el detergente que desengrasará la cultura, seremos la lavandina que blanqueará el trabajo en negro, seremos… seremos el escobillón que barrerá con todo lo malo de esta sociedad.
(fx: aplausos)
Jacinta R: Mujeres, estamos seguras que nosotras en el poder podremos estar más allá del hombre, primate simple que se rasca las pelotas y se come los piojos mientras nosotras tenemos que rascarle la espalda porque solo no llega.
Yo, Jacinta, como mujer propongo la liberación femenina de las garras y la omnipresencia del hombre en esta masculinizada sociedad, que utiliza palabras masculinas todo el tiempo como si ellos fueran los creadores del lenguaje. Ya la historia lo dice: El hombre creó la lengua, el hombre descubrió el fuego… ¡Nosotras estamos seguras que la historia exagera! Puede que las esposas de esos hombres hayan descubierto tales cosas… ¡y quién más que una mujer para descubrir el lenguaje!
(fx: aplausos)
Jacinta R: Cuando esté en el poder, por elección de todas aquellas manos femeninas, que como tales, usan leche de ordeñe… modificaré todo cuanto me sea posible. El hombre se quedará al cuidado de los hijos por ley nacional, de hecho, ellos tendrán que parirlos mientras nosotras, cual ejecutivas de alto estirpe, jugaremos sexualmente por Internet en plenas horas de trabajo. Los hombres estarán obligados a amarnos, respetarnos y hacernos el amor las veces que nosotras queramos. La pornografía que circulará será sólo para mujeres, los productos de limpieza no tendrán nombres como “Mr. Músculo” sino como “Mrs. Musculatura”, porque estoy segura que así el hombre comprenderá de nuestro poder. Ya no seremos un trozo de carne en el mercado de las carnes. Por ley todas las mujeres seremos despampanantes ¡Y no habrá excepción alguna!
(fx: aplausos)
Jacinta R: Este país, mujeres, necesita un cambio de look y nosotras estamos en condiciones de ponerlo a la moda. ¡Vótenme compañeras! ¡Vótenme! Y todos los hospitales tendrán rinoplastías y botox gratis y, ante todo, lograrán tener unas tetas asíii de grandes.
¡Vótenme, yo no las voy a defraudar!
Locutor: (voz masculina y penetrante): Lista 69. Jacinta Radichette gobernadora, Chuchi Peralta intendente.
Ilogismo V
Cuando se dio cuenta que tenía que saludar siempre a las mismas personas forzando los temas de conversación porque ya nadie tenía nada nuevo que contar. Y, además, notó que podía anticiparse a los pensamientos ajenos mientras comían lo mismo de todos los días, comprado en el mismo supermercado, generalmente a las mismas horas. Y para peor, cuando esa pobre criatura cayó en la cuenta de que se tomaba siempre el mismo colectivo, recorría siempre la misma ruta, iba a los mismos lugares, bebía de lo mismo, y hasta se compraba la ropa en la misma tienda… fue demasiado tarde. Ya le había vendido el alma a la rutina… ¡¿qué diablos ni diablos?! Ni siquiera Lucifer es capaz se semejante bodrio.
El Tango del Espejo
en un barco de ensueño,
rodeando el sol.
Pensé que amar era un sueño,
con etapas de duelo
y de desolación.
Creí sentirme incompetente
al estar con la gente
callando el dolor.
Y vi de reojo al vacío,
Y llena de hastío
desnudé mi temor.
Lloré, lloré como jamás había llorado.
Busqué en alguien un abrazo,
clamando comprensión.
Miré, casi como una niña,
buscando al idealista
que la salve del horror.
Lloré, lloré como jamás lo había hecho,
y sentí hondo en mi pecho,
el aire de desamor.
Y quién... ¿quién podría quererme?
Palideciendo al verme
y corriendo lejos,
perdiendose en versos,
para no dejarse ver.
Esperé por alguien que me amara,
que por la sola palabra
me otorgue libertad.
Y que en la noche quebrara,
una a una las malarias
que me supieron azotar.
Que despeje de mi ese silencio,
que rompa el espejo
al que suelo llorar.
Porque cuando veo el reflejo
soy aquello que no quiero
ser en realidad.
Y lloré, lloré tanto al querer a quien no podía
Y querer construir el día
cuando no puedo jugar con Dios.
Y me sentí caer de rodillas
al suplicar que me dieran
lo que no puedo dar yo.
Lloré, lloré como jamás lo había hecho,
y sentí hondo en mi pecho,
el aire de desamor.
Y quién... ¿quién podría quererme?
Palideciendo al verme
y corriendo lejos,
perdiendose en versos,
para no dejarse ver.
*Suelo escribir letras de tango... esta es una de ellas.
sábado, 23 de enero de 2010
¿Qué son los ilogismos?
Llegó, se tiró a la cama y cerró los ojos.
Tras sentir un par de oleadas de calor, decidió treparse a la misma aventura a la que estaba acostumbrada.
Abrió entonces la ventana al deseo y la imaginación y dejó que entraran a lo profundo de su ser.
Visitó como de costumbre los montes, recorrió con sus manos la hierba frondosa y nadó en sus manantiales de agua salada.
Se agitó al alcanzar la cima a la que estaba acostumbrada a llegar.
Abrió los ojos y se vio sola...
Teniendo el peor orgasmo de su vida.
¿Me quieres? [Cuento ilustrativo de cómo utilizo el verbo "querer" en las relaciones amorosas]
¿Qué es querer? – preguntó el muchacho. Tras un largo silencio continuó: Sabes… querer implica cierto grado de posesión, si te quiero es porque pienso en tenerte; o tal vez comprarte, o alquilarte, esperar a que alguien me de cómo obsequio tu persona. Si digo que te quiero, estoy diciendo que aún no te tengo y te conviertes en deseo, en algo que pretendo conseguir, en un objeto.
Yo te quiero – lo interrumpe ella.
Él se corrió del lugar para mirarla: ¿entonces no me tienes?
Yo no te compré, no te alquilé y nadie me regaló tu persona – dijo y lo abrazó – además, aún te deseo y deseo tenerte, aún eres mi anhelo. Mi idea no es que ya te tengo, mi idea es tratar de conseguirte siempre; si te adquiero como objeto, te conviertes en eso y pierdo el interés al tiempo o te colecciono junto a otros, como quien colecciona estampillas. O, peor aún, te vendo o te permuto y me desligo del asunto.
Cuando consideras que ya tienes lo que deseaste, pierdes esa magia que tuviste al usar todo tipo de estrategia para conseguirlo, sea cual fuere la misma. Para resumírtelo de una vez, te quiero porque si dejara de quererte algún día todo mi interés desaparecería y serías algo en desuso o gastado o roto, algo que deba tirar o guardar en un cajón para que, a lo sumo, no te pierdas. Te quiero entonces porque si asumo que ya te tengo completamente, dejarás de interesarme para buscar otro interés.
Y él la besó, como quien calla cuando se da cuenta que ha sido superado.