domingo, 24 de enero de 2010

El Tango del Espejo

Nací con las alas cortadas
en un barco de ensueño,
rodeando el sol.
Pensé que amar era un sueño,
con etapas de duelo
y de desolación.
Creí sentirme incompetente
al estar con la gente
callando el dolor.
Y vi de reojo al vacío,
Y llena de hastío
desnudé mi temor.

Lloré, lloré como jamás había llorado.
Busqué en alguien un abrazo,
clamando comprensión.
Miré, casi como una niña,
buscando al idealista
que la salve del horror.
Lloré, lloré como jamás lo había hecho,
y sentí hondo en mi pecho,
el aire de desamor.
Y quién... ¿quién podría quererme?
Palideciendo al verme
y corriendo lejos,
perdiendose en versos,
para no dejarse ver.

Esperé por alguien que me amara,
que por la sola palabra
me otorgue libertad.
Y que en la noche quebrara,
una a una las malarias
que me supieron azotar.
Que despeje de mi ese silencio,
que rompa el espejo
al que suelo llorar.
Porque cuando veo el reflejo
soy aquello que no quiero
ser en realidad.

Y lloré, lloré tanto al querer a quien no podía
Y querer construir el día
cuando no puedo jugar con Dios.
Y me sentí caer de rodillas
al suplicar que me dieran
lo que no puedo dar yo.
Lloré, lloré como jamás lo había hecho,
y sentí hondo en mi pecho,
el aire de desamor.
Y quién... ¿quién podría quererme?
Palideciendo al verme
y corriendo lejos,
perdiendose en versos,
para no dejarse ver.

*Suelo escribir letras de tango... esta es una de ellas.

4 comentarios:

Jurasico dijo...

Linda la poesia, pero me parece poco tanguera la letra, por ahi para un bolero da mejor...

Deb Schvartz dijo...

Tango... y que no se diga más.
No escribo boleros... y de hecho no da. Además fijate que la rítmica de los versos te va marcando cierta melodía... y dista mucho de bolero.

Jurasico dijo...

no lo dije por la metrica sino por el contenido...

Deb Schvartz dijo...

Tranquilamente puede ser tanto sin tanto lunfardo.

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